¡Llega el verano, y con él, los días largos, las ganas de playa, piscina, terracitas y mucha actividad! Nos centramos en protegernos del sol, hidratarnos y disfrutar, pero… ¿y nuestro suelo pélvico?
Esta parte tan importante de nuestro cuerpo también siente los efectos del calor y los cambios de rutinas.
Todas las que me seguís ya conocéis la importancia vital del suelo pélvico para la salud y bienestar. Pero aun así, los hábitos veraniegos y el cambio de ritmo, pueden representar un reto adicional o influir de maneras que no siempre tenemos en cuenta.
¿Por qué el verano puede afectar a tu suelo pélvico?
Los meses de calor traen consigo una serie de cambios que, sin darnos cuenta, pueden pasar factura a esta delicada zona:
- Más actividad física (a menudo de repente) : Después de meses de menor movimiento, el verano nos anima a hacer más ejercicio al aire libre, correr, saltar, jugar en la playa… el ejercicio físico siempre lo mejora todo, pero al mismo tiempo el impacto repetitivo puede debilitar el suelo pélvico si no hay un buen control motor y una gestión adecuada de las presiones. Antes de iniciar esta etapa de actividades, ¡no olvides revista tu control de presiones con la fisioterapia especializada!
- Piscinas y humedad : Los bañadores mojados durante horas, el sudor y el calor pueden ser un cultivo perfecto para infecciones genitourinarias, como la cistitis o los hongos vaginales. Las infecciones pueden causar irritación y molestias significativas, afectando al confort de la zona pélvica, que si persisten pueden dar cuadros de dolor pélvico.
- Cambios en la alimentación y la hidratación: Las dietas más ligeras, los cambios de horarios en las comidas o la deshidratación (aunque beber más agua, el calor nos hace perder muchos líquidos) pueden llevar a estreñimiento o diarrea. El exceso de crudos y fruta pueden afectar directamente a la consistencia fecal o favorecer la inflamación intestinal. La salud colorrectal y anal también forman parte de tu suelo pélvico!
- Relajación o cambio de rutinas: Menos horas de sueño, comidas fuera de casa, viajes… Estos cambios pueden alterar nuestro tránsito intestinal y nuestros hábitos miccionales, afectando indirectamente a la salud pélvica.
¿Qué puedes hacer para protegerle este verano?
¡No te asustes! El verano es para disfrutar, y cuidar tu suelo pélvico es más fácil de lo que parece. Aquí tienes unos consejos clave para tener un verano relajado y saludable:
- ¡Hidrátate, hidrátate e hidrátate! Beber agua suficiente es vital para el buen funcionamiento intestinal, para la buena calidad del tejido conectivo (¡80% de tu suelo pélvico!) y para evitar la concentración de orina, que puede provocar infecciones.
- Cámbiate el bañador mojado : Después de cada baño en la piscina o en el mar, cámbiate el bañador por ropa interior seca y transpirable. Así evitarás la proliferación de bacterias y hongos. … O aún mejor: ¡deja respirar tu vulva y báñate sin ropa!
- Ve al baño cuando lo necesites: No aguantes las ganas de ir al baño. Y cuando vayas, asegúrate de hacerlo sin forzar, tanto para orinar como para defecar. Un buen ritmo miccional (cada 3-3,5 h) y una buena postura defecatoria (rodillas más altas que las caderas) son hábitos imprescindibles para todos. ¡Lee nuestra guía gratuita para saber más!
- Movimiento sí, pero con conciencia : Si haces ejercicios de impacto, es crucial asegurarte de tener un buen control motor y una correcta gestión de las presiones. Si no lo tienes claro, acude a tu fisioterapeuta especializada para disfrutar del ejercicio de forma segura, sin perjudicarte.
- Dieta equilibrada : Manten una alimentación rica y variada, no olvides las necesidades de proteína para el tejido colágeno, de agua suficiente, de fibra adecuada sin irritar (mejor cocido que crudo, no abuses de fruta y crudo/frío) y asegúrate de comer grasas saludables.
- Ejercicios específicos para el suelo pélvico: ¡ puedes realizar ejercicios de kegel, llevarte el tronco propioceptivo a cualquier lugar donde vayas y seguir practicando, o sencillamente no olvides incluir la activación perineal y abdominal en tu vida diaria siempre! ¡Aquí puedes encontrar una clase práctica de tronco muy útil!
- ¡No te autoprescribas! Si notas molestias, pérdidas de orina, sensación de peso o dolor, no lo dejes pasar. Consulta a tu fisioterapeuta especializada. Es lo mejor que puedes hacer por ti.
Cuidar tu suelo pélvico es una inversión en tu calidad de vida a cualquier edad. Este verano, mientras disfrutas del sol y la buena compañía, regálale también un poco de atención a esta parte tan esencial de tu cuerpo.