¿Sabes que tu suelo pélvico cambia a lo largo de las distintas etapas de tu vida?
Quizás nunca te has planteado esta pregunta, o incluso quizás no has reflexionado sobre cuáles son las etapas de las que hablamos.
El suelo pélvico es un conjunto bien coordinado de músculos, ligamentos, tejido conectivo, vasos, nervios y estructuras. Su función es sostener y ayudar a la funcionalidad de los órganos pélvicos, y es esencial para la salud y el bienestar de las mujeres en todas las etapas de la vida. Es posible que no le hayas dado la atención necesaria hasta que has experimentado disfunciones o problemas que te condicionan.
Entender cómo cambia a lo largo de diferentes etapas de la vida, te ayudará a tomar medidas preventivas ya cuidarlas para mantenerlo en óptimas condiciones.
En este artículo, te explico cómo el suelo pélvico evoluciona desde el inicio de la ciclicidad, durante el embarazo, el parto, el postparto y la menopausia, y cómo el tronco propioceptivo puede ser una herramienta efectiva para la prevención y mejora de tu suelo pélvico.
La vida precíclica y menstrual: el primer gran momento
Un gran momento en el que pararnos a apoyar a las chicas para que tengan una escucha y reconocimiento del cuerpo que les permita tener una vida sexual, autoestima y relación corporal sana.
Un tema de vigente actualidad, sin duda alguna. Cuando llega la regla, el reconocimiento de la zona pélvica y su integración global, es necesaria. La práctica del tronco es una forma lúdica y muy sencilla de acompañar los cambios, tomar conciencia, y contactar de forma natural con un profesional que podrá estar al lado de este primer paso.
El suelo pélvico en el embarazo: preparándote para el parto
Durante el embarazo, el cuerpo de una mujer experimenta cambios a medida que el bebé crece en el vientre de la madre.
Estos cambios también afectan al suelo pélvico, que se debe ir adaptando progresivamente al aumento de peso, el espacio que ocupa el útero y el bebé, lapresión sobre los órganos y estructuras pélvicas, la influencia hormonal… Todos estos cambios pueden debilitar los músculos y tejidos del suelo pélvico y provocar disfunciones como la incontinencia urinaria o la sensación de pesadez en la pelvis.
En este período, es vital trabajar la postura, la faja abdominal, y especialmente cuidar y preparar el suelo pélvico para el momento del nacimiento y el posparto. Reconocer e integrar la zona en la vida diaria, buenos hábitos por el suelo pélvico, y especialmente realizar actividad física adecuada para sentir, tonificar la musculatura del suelo pélvico y del conjunto abdominolumbopelviano, es fundamental para la salud de la mujer en el embarazo. En esta etapa, la correcta práctica del tronco propioceptivo lo completa perfectamente: te ayuda a mantener el tono, fuerza, flexibilidad y adaptabilidad del suelo pélvico, faja abdominal y postura globalmente a medida que progresa el embarazo. Con ejercicios de estabilidad, equilibrio y tonificación que de forma inmediata sentirás sus beneficios.
El suelo pélvico durante el parto: un desafío y una oportunidad
El parto es un evento único en la vida de una mujer, y el suelo pélvico desempeña un papel crucial en este proceso.
Durante el parto vaginal, los músculos y las estructuras del suelo pélvico se estiran mucho y participan activamente para permitir el paso del bebé a través del canal de parto. Este viaje del bebé y la madre, puede dejar secuelas en el suelo pélvico, causando daños o debilitamiento temporal del suelo pélvico.
El parto vaginal y el parto por cesárea pueden afectar al suelo pélvico de manera diferente. En cualquiera de los dos casos las estructuras pélvicas se verán afectadas, una cicatriz profunda que llega de las estructuras abdominales hasta el útero afectará en gran medida a toda la estática y sostenimiento de la zona, y aunque el parto vaginal es el fisiológico, pueden ser necesarias intervenciones o el mismo paso del bebé puede crear grandes tensiones con lesión de tejidos e importantes secuelas perineales y funcionales también. tronco propioceptivo en esta etapa te puede ayudar a minimizar el estrés del suelo pélvico y la eficiencia del cuerpo en el momento del parto. Haber enriquecido tu propiocepción, tu conciencia de la zona y las sensaciones corporales con la práctica del tronco durante el embarazo, proporciona un soporte adicional durante el parto, el proceso de dilatación y la llegada de tu bebé, reduciendo el riesgo de daño grave en el suelo pélvico.
El suelo pélvico en el postparto: recuperación y prevención
El período de posparto es un momento crucial para la recuperación y prevención de problemas futuros relacionados con el suelo pélvico.
Muchas mujeres experimentan incontinencia urinaria o fecal, dolor o prolapsas después del parto, pero con el enfoque y el profesional adecuado, es posible recuperar y reparar la funcionalidad del suelo pélvico.
La atención individualizada de la fisioterapeuta especialista te permitirá enfocar adecuadamente tu proceso de recuperación postparto, abordando tus necesidades y problemas específicos. Pero aquí especialmente, la utilización del tronco propioceptivo desde el primer día posparto será una gran herramienta para empezar a activar el suelo pélvico , reorganizar estructuras y postura, y empezar tu recuperación ya desde casa.
En esta etapa, donde el tiempo para ti es todavía difícil de encontrar, y dado que la prevención es clave, ya desde el primer día en casa el uso del tronco propioceptivo es una opción excelente.
El suelo pélvico en la menopausia: cambios hormonales y desafíos
Los cambios en la menopausia pueden ser diversos y condicionar más o menos tu calidad de vida como mujer.
Llegar con cuidado y conciencia de tu salud como mujer, será clave como prevención para disfunciones relacionadas con esta etapa y especialmente con la disminución de los niveles de estrógenos como: pérdida de tono muscular general y también, por tanto, del suelo pélvico, atrofia vaginal y disminución de la lubricación vaginal, cambios en la libido o el deseo sexual, urgencia miccional o incontinencia de urgencia o de esfuerzo, prolapsos y aumento de flacidez del tejido conectivo, entre otros.
La actividad física y el cuidado del suelo pélvico siguen siendo esenciales en esta etapa de la vida. La práctica regular de ejercicios no sólo de Kegel, sino de tonificación abdominopelviana, será muy importante para mantenerte sin problemas. No es en absoluto tarde para la incorporación de la práctica del tronco propioceptivo, que nos ofrece un trabajo global sencillo y muy completo que será beneficioso desde el primer momento, y muy efectivo en la prevención y tratamiento de prolapsos y de incontinencia anal y urinaria.
Cuida de tu suelo pélvico a lo largo de la vida
El suelo pélvico forma parte indisociable de tu salud como mujer a lo largo de la vida.
Es un componente vital de la salud y bienestar de las mujeres en todas las etapas de la vida. Comprender cómo cambia durante el embarazo, el parto, el postparto y la menopausia es el primer paso para que puedas tomar medidas preventivas y de mejora.
La fisioterapia del suelo pélvico, la actividad física en general y ejercicios específicos como los de Kegel son fundamentales para mantener la fuerza, el tono y la funcionalidad del suelo pélvico. Completando todo esto, te invito a incluir el tronco propioceptivo en tu rutina diaria: una práctica que ofrece todo lo que necesita tu suelo pélvico y faja abdominal para tonificarlos de forma adecuada y coherente, teniendo en cuenta todo el cuerpo y la postura, y proporcionando una base sólida para la salud del suelo pélvico, ayudándote a reducir el riesgo de problemas a lo largo de tu vida.
¡Te aseguro que cuidar tu suelo pélvico es una inversión en tu salud y tu calidad de vida!